Es muy difícil encontrar una definición exacta para el Impresionismo, pero todas las obras pertenecientes al movimiento, tienen ciertas características: son de tamaño relativamente pequeño e irregular en cuanto a la composición, sus pinceladas libres e intuitivas, siempre mojadas en colores brillantes y contrastantes, pintaban, por lo general, paisajes al aire libre.
El impresionismo se presenta como una prolongación del realismo. Nace bajo su influencia y adopta, como él, los temas de la vida cotidiana. Se situa en la cumbre de los estudios pictóricos sobre la luz que se vienen llevando a cabo desde el renacimiento, y propone cuadros luminosos en antitesis con los sepias consagrados por la tradición.
- Los realistas mostraban aspectos serios de la sociedad. Los impresionistas lo hacen pocas veces. Prefieren enfocar los momentos gratos de la vida como son los placeres: jardines, fiestas, restaurantes, paseos, baños...
- La luz, alegre o agobiante, domina sus cuadros gracias al culto a los reflejos (agua, espejos), a la abundancia de colores claros y brillantes y a la casi ausencia de negros: fieles a los descubrimientos de Constable, trabajan a fuera cuando el tema lo requiere, y pintan las sombras a todo color.
- Escogen no mezclar los colores en la paleta dejando el trabajo de fusión al ojo del espectador: usan colores puros que aplican uno al lado del otro en pequeñas pinceladas.
- El resultado afecta la definición de las formas. Estas tienden a una desintegración que la burguesía contemporánea considera como un ataque a sus valores.
- La cercanía de la cámara fotográfica, por otro lado, justifica el esfuerzo de los impresionistas para salirse del estrecho marco de la representación a la vez que les abre nuevas perspectivas: como ella, los pintores impresionistas buscan ángulos nuevos para capturar la vida, especialmente el espectáculo de la ciudad.
- El impresionismo solo pretende transmitir la impresión del pintor, es por lo tanto subjetivo, a la diferencia del realismo.
Los descubrimientos sobre el color y la visión, cambia la idea sobre la pintura tradicional, también la primeras fotografías hacen que los pintores se cuestionen las poses y la composición. Además, es marcado por la difusión de las estampas japonesas y por la economía que estas manejan en su tratamiento de la figura.
El impresionismo se manifiesta escasamente en la literatura y en la música. En cuanto a las artes figurativas, no se conoce una arquitectura impresionista y fuera de la figura asombrosa de Rodin o de la, menos famosa, del italiano Medardo Rosso, resulta difícil hablar de escultores impresionistas. El impresionismo se revela primeramente en la pintura.
Aunque París sea la capital artística del fin del siglo, brillan también nombres extranjeros entre los de los innovadores y esto permite la exportación del movimiento.
Se consideran generalmente como iniciadores Manet y Monet, los siguen, entre otros, Renoir, Degas y Lautrec, como eslabones hacía el futuro vienen finalmente Seurat y Sisley, los puntillistas, y Cézanne, Gauguin y Van Gogh.
El impresionismo se manifiesta escasamente en la literatura y en la música. En cuanto a las artes figurativas, no se conoce una arquitectura impresionista y fuera de la figura asombrosa de Rodin o de la, menos famosa, del italiano Medardo Rosso, resulta difícil hablar de escultores impresionistas. El impresionismo se revela primeramente en la pintura.
Aunque París sea la capital artística del fin del siglo, brillan también nombres extranjeros entre los de los innovadores y esto permite la exportación del movimiento.
Se consideran generalmente como iniciadores Manet y Monet, los siguen, entre otros, Renoir, Degas y Lautrec, como eslabones hacía el futuro vienen finalmente Seurat y Sisley, los puntillistas, y Cézanne, Gauguin y Van Gogh.
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