15/1/11

Un nuevo movimiento: el Impresionismo

En una tarde de 1874, un grupo de artistas rebeldes, en contra de la monotonía pictórica de la época, organizó en París una exposición independiente del salón oficial, en un intento por lograrse su propia fama. Ellos eran los propietarios del salón de los rechazados.
Fueron llamados impresionistas, porque uno de los iniciadores de este movimiento, Claude Monet, expuso un cuadro cuyo título era “Impresión: Amanecer”; los periodistas encargados de hacer las reseñas del salón, bautizaron su arte como el impresionismo, coincidiendo en que esta obra era la iniciadora del movimiento; así nació un nuevo arte revolucionario que rompió con todos los esquemas del siglo XIX.
A pesar de que a los artistas pertenecientes a dicho movimiento no les gustaba que llamasen a su arte, y a ellos mismos, así (decían que se empleaba como término genérico, y que se utilizaba para describir cuadros de tipos muy diversos), el nombre de dicho arte se extendió y se hizo famoso, un nombre que nació en forma de crítica, pero que se transformó en el nombre de uno de los movimientos artísticas más significativos, eso sí, después de su época.
Después de la exposición de “Impresión: Amanecer”, Monet, fue el blanco de los críticos y además, se convirtió en líder del grupo, con la descripción de su obra, definió las reglas de la nueva corriente: la describió como un conjunto de manchas cálidas donde destaca la luz más intensa del sol mientras a penas se sugieren siluetas de barcas.


Más información sobre el movimiento.

Caracteríaticas del movimiento

Es muy difícil encontrar una definición exacta para el Impresionismo, pero todas las obras pertenecientes al movimiento, tienen ciertas características: son de tamaño relativamente pequeño e irregular en cuanto a la composición, sus pinceladas libres e intuitivas, siempre mojadas en colores brillantes y contrastantes, pintaban, por lo general, paisajes al aire libre.
El impresionismo se presenta como una prolongación del realismo. Nace bajo su influencia y adopta, como él, los temas de la vida cotidiana. Se situa en la cumbre de los estudios pictóricos sobre la luz que se vienen llevando a cabo desde el renacimiento, y propone cuadros luminosos en antitesis con los sepias consagrados por la tradición.
  • Los realistas mostraban aspectos serios de la sociedad. Los impresionistas lo hacen pocas veces. Prefieren enfocar los momentos gratos de la vida como son los placeres: jardines, fiestas, restaurantes, paseos, baños...
  •  La luz, alegre o agobiante, domina sus cuadros gracias al culto a los reflejos (agua, espejos), a la abundancia de colores claros y brillantes y a la casi ausencia de negros: fieles a los descubrimientos de Constable, trabajan a fuera cuando el tema lo requiere, y pintan las sombras a todo color.
  • Escogen no mezclar los colores en la paleta dejando el trabajo de fusión al ojo del espectador: usan colores puros que aplican uno al lado del otro en pequeñas pinceladas.
  • El resultado afecta la definición de las formas. Estas tienden a una desintegración que la burguesía contemporánea considera como un ataque a sus valores.
  • La cercanía de la cámara fotográfica, por otro lado, justifica el esfuerzo de los impresionistas para salirse del estrecho marco de la representación a la vez que les abre nuevas perspectivas: como ella, los pintores impresionistas buscan ángulos nuevos para capturar la vida, especialmente el espectáculo de la ciudad.
  •  El impresionismo solo pretende transmitir la impresión del pintor, es por lo tanto subjetivo, a la diferencia del realismo.
Los descubrimientos sobre el color y la visión, cambia la idea sobre la pintura tradicional, también la primeras fotografías hacen que los pintores se cuestionen las poses y la composición. Además, es marcado por la difusión de las estampas japonesas y por la economía que estas manejan en su tratamiento de la figura. 
El impresionismo se manifiesta escasamente en la literatura y en la música. En cuanto a las artes figurativas, no se conoce una arquitectura impresionista y fuera de la figura asombrosa de Rodin o de la, menos famosa, del italiano Medardo Rosso, resulta difícil hablar de escultores impresionistas. El impresionismo se revela primeramente en la pintura. 
Aunque París sea la capital artística del fin del siglo, brillan también nombres extranjeros entre los de los innovadores y esto permite la exportación del movimiento.
Se consideran generalmente como iniciadores Manet y Monet, l
os siguen, entre otros, RenoirDegas y Lautrec, como eslabones hacía el futuro vienen finalmente Seurat y Sisley, los puntillistas, y CézanneGauguin y Van Gogh.

26/12/10

Caillebotte (1848-1894)

Pintor, mecenas, coleccionista y organizador de exposiciones, Caillebotte estudió en el taller del pintor académico León Bonnat, después de estudiar las carreras de derecho e ingeniería.
Conocido por sus pinturas de un París urbano, solía utilizar fuertes perspectivas y colores planos que hacían que sus cuadros tuviesen un aspecto moderno. No tenía influencias marcadas, aprendía un poco de todos los impresionistas de su época.
Como coleccionista de obras que era, compra cuadros de muchos de sus compañeros, como Cézanne, Degas, Manet o Pissarro.


ALGUNAS DE SUS OBRAS:




Bazille (1841-1870)

Conocido sobre todo por sus obras de retratos, Bazille se interesó por la pintura al asistir a una exposición de cuadros de Delacroix.
En París conoció a Renoir; quedó cautivado por su obra y encontró su vocación: empezó a estudiar arte en la escuela Charles Gleyre.
Ambos pintores, Renoir y Delacroix, serán las principales influencias que recibirá Bazille, pintará escenas de la vida diaria y el entorno en el que vive, al igual que la mayoría de los pintores impresionistas.


ALGUNAS DE SUS OBRAS:




Cézanne (1839-1906)

Cézanne fue considerado el padre del arte moderno; fue ignorado y trabajaba en gran aislamiento, hasta 1895 que expuso de forma ocasional.
Se inscribió en la Academia Suiza, donde, después del examen, fue rechazado.
Recibió influencias de Caravaggio y Velázquez, y admiraba a Delacroix y a pintores más jóvenes como Manet o Courbet. Se consideraba como alumno de Pissarro, quien le llevó de sus iniciales tonos oscuros, a cuadros de colores vivos y alegres. Su estilo es personal y de temáticas rurales; estaba interesado en la simplificación de las formas con figuras geormétricas.
Aunque parecía tener menos técnica que el resto de sus compañeros impresionistas, fue aceptado en el salón de los rechazados.
Un dato curioso es que fue amigo de Zola hasta los 47 años, cuando el escritor, inspiró uno de sus personajes (un artisa fracasado y trágico) en él. Consideró la novela de indecorosa y el hecho de una traición por parte de su amigo de la infancia, a quien no volvería a ver.


ALGUNA OBRAS:




Morisot (1841-1895)

Importante paisajista de la Escuela de Barbizon, es la representante femenina del movimiento impresionista, aunque quedó en segundo plano. Adquirió la técnica de pintar al aire libre, creando pequeños esbozos que luego terminaba en su estudio.
Conoció a Edouard Manet, y más tarde se casó con su hermano menor. Fue Manet quien lo atrajo al grupo de pintores y le aconsejó pintar al aire libre.
A parte de pintar numerosos cuadros de paisajes, también pintaba escenas de la vida cotidiana, sobre todo las tareas domésticas.
Su obra se vio ensombrecida por la muerte de Edouard Manet, la de su esposo y la de su hermana menor. Crió sola a su hija Julie Manet, quien dejó a cargo de sus amigos Degas y Stéphane Mallarmé tras su muerte.


ALGUNAS DE SUS OBRAS:




Renoir (1841-1919)

De adolescente trabajó en el taller de unos hermanos escultores, más tarde, a los 17, se dedicó a pintar abanicos, momento en el que adquirió el gusto por las piezas de gran luminosidad y las pinceladas rápidas.
A los 21 entró en el taller de Gleyre, donde conoció a muchos de sus futuros colegas del movimiento.
Sus primeros cuadros fueron de corte clásico, y no cambió hasta que no le dejó su amante, Lise Tréhot. Después de esto, se dedica a retratar paisajes y la vida social de la ciudad, en todos sus temas, el énfasis y la vitalidad lo pone en la juventud. También realizó un pequeño trabajo ilustrando un libro de Zola.
Posteriormente pasa por un período en el que mezcla las características del impresionismo y de la pintura clásica.
En 1915, después de haber sufrido fuertes reúmas y tras la muerte de su esposa, se queda en silla de ruedas, pero no por ello dejará de pintar.


ALGUNAS OBRAS: